L ANIMA MIA MAGNIFICA IL SIGNORE Giornate di Spiritualità

“L'ANIMA MIA MAGNIFICA IL SIGNORE” Giornate di Spiritualità 2016 Casa Madre

Dialogando con nuestra Madre Giovanna

Estamos en la segunda semana del adviento a la espera de la fiesta de la Encarnación del Verbo y estamos celebrando nuestros 25, 50 y 60 años de entrega a Dios. Abrimos nuestro corazón de par en par y lo dejamos que se colme de gratitud por tanto bien recibido. . Música, silencio, canto. . . cada una coloca una flor delante de la imagen de la Madre.

¿Qué nos diría Madre Giovanna si estuviera hoy aquí con nosotras? Hijas basta de niñerías entre Ustedes. . . porque es la noche del día más bello. . . . Escuchamos una música de Navidad

¿De que noche se trata? ¿Cuál es ese día. . . el más bello? Es el día de la Navidad. . es la noche de la Encarnación del Verbo. . . del nacimiento de Jesús. . . . el comienzo del camino de Dios en medio nuestro. Recordemos en un momento de silencio cuantos advientos ya vividos y cuantas fiestas de Navidad. . En silencio colocamos al niño Jesús en un pesebre que armamos en la sala. . cantamos un refrán.

Imaginemos ahora que la Madre está aquí con nosotras. . . ¿No será que nos vuelve hoy a recordar, cuál fue aquella intuición que en el origen de nuestra familia religiosa la enamoró del camino que jamás abandonó? Cada una puede recordar y decir cual es esta intuición original. . .

Así nos dijo la Madre: “Aplanen en la estepa el camino para nuestro Dios. Todo valle sea rellenado y las colinas sean rebajadas. . . fue este campo, esta visión, esta trayectoria, este horizonte, esta voz, este apostolado singular y social que me fascinó. ” Repetimos juntas estas palabras de la Madre. Recordemos las misiones por donde hemos estado. Traigamos con gratitud nombres. . de lugares, de personas. . recordemos servicios realizados, catequesis dadas.

Y la Madre insistiría con las mismas palabras del evangelio. . . Preparen los caminos del Señor, hagan con que las personas se acomoden. Recojan lo que sobra. Recordemos las fatigas de ese preparen, miremos nuestras manos, tienen arrugas, cayos, tal vez artrosis, ¡cuánto hemos trabajado, cuántas veces han llamado a las puertas de las familias, han curado, han acariciado! Miremos ahora nuestros pies ¡cuántos caminos recorridos! y pensemos en las cosechas abundantes que vinieron y que continuaron en el tiempo. . .

Hoy estamos en otro tiempo, . . . de cambios paradigmáticos, cambios enormes. . . entonces, ¿qué nos dice la Madre para estos tiempos? . . . “Es necesario realizar activamente la renovación de las estructuras, del empeño apostólico. Conservar la herencia espiritual de la Congregación y juntamente abrirse al tesoro de los orígenes, correspondiendo a los nuevos tiempos. . . ”

¿Cuáles son los cambios que estamos viviendo? Hablamos de estos cambios en este tiempo histórico. . . ¿Y cuál es el tesoro de los orígenes que debemos conservar todavía hoy? Hablamos de nuestro tesoro vocacional, carismático, que llevamos en vasos de barro como dice San Pablo. . . Nos pasamos un vaso de barro de mano en la medida que vamos hablando.

La Madre afirma para toda época: “Vivan el amor fraterno: Venimos del amor, debemos ser amor, llevar amor, suscitar amor, difundir amor, recoger amor. . . ” Nos quedamos pensando en estas palabras de la Madre, las repetimos, hacemos eco de ellas, pensamos en nuestra conversión personal, en nuestros pecados. El mandamiento del amor es el primero de todos.

Y nos recuerda. . . “¡Vivan como los primeros cristianos los que tenían un solo corazón y una sola alma! ¡No mío, no tuyo! ¡Sino todo nuestro! Conserven la unidad del Espíritu. . . ” Recordamos a las hermanas con sus nombres y lugares de misión como gesto de unidad entre todas.

La Madre nos dice que el amor fraterno se vive en clima de familia a ejemplo de la familia de Nazaret: e Na sa d la ca ía. . . ” o en com ús y Mar así Jes ivan “V t con zare Hacemos memoria de cuando vivíamos con nuestra familia, de momentos positivos y nombramos los nombres de nuestros familiares .

La Madre hoy nos hace revivir el espíritu franciscano como varias veces nos repitió: “. . . o franciscana o muerta. . . ” “Llamo a todas a escucharme. . . y no viendo nacer nada nuevo. . . solo aquello dado en los orígenes. . . es voz del seráfico Padre Francisco, correspondiente por lo tanto al gran deber de todas de aumentar, difundir en nuestra vida y en nuestro apostolado, la fisonomía genuina de la tradición franciscana y saber infundirla prudentemente y eficazmente a las exigencias de nuestro tiempo. ” Tratamos de recordar entre todas cuáles son los rasgos de la tradición franciscana.

Madre Giovanna nos envía nuevamente, con todo el entusiasmo franciscano, a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y nos dice que. . . “El tiempo de hoy es nuestro tiempo, nuestra tribuna y nuestro mar. ” Pensemos en nuestro tiempo y sus acontecimientos nuevos. Recordémoslo y los vamos nombrando.

En nuestro andar apostólico la Madre nos diría: Dar vida a quien está abatido, iluminar a quien esta en las sombras, Levantar a quien está caído, Curar a quien está herido, Alegrar a quien está deprimido, Consolar a quien está triste, Lavar a quien está sucio, Dar de beber a quien está con sed, Animar a quien esta desesperado, Visitar a quien está solo, Iluminar a quien duda. Recojan lo que sobra, es esta la misión que nos espera. . . Vamos repitiendo en eco y espontáneamente lo que dijo la Madre.

Varias veces nos repite la Madre “Hijas trabajen y recen. . . obras humanitarias maravillosas y santas, así serán las misioneras más presentes en la historia. . . ” Podemos recordar alguna de estas obras humanitarias que realizamos actualmente.

¡¡¡Atención!!! dice la Madre “Les pido que estudien enseguida las costumbres, los usos, para no crear una atmósfera de choque o antipatía. ” Recordamos algún caso donde tuvimos que adaptarnos a las costumbres del lugar.

Recordamos nuevamente cuando la Madre nos dice: “Preparen los caminos del Señor: • Aquí concentré toda y cualquier reforma posible de vida religiosa; • Toda adhesión a Su voluntad; • Todo aggiornamiento a las exigencias del tiempo; • Toda aceptación de cansancio por la caridad fraterna; • Toda correspondencia a las necesidades de la humanidad. ”

“Preparen los caminos del Señor: • • • Toda justa adaptación a las necesidades del apostolado; Toda la comprensión del momento; Toda la imposición del pasado para marchar; Toda aceptación de movimiento; Toda asimilación del recto pensar franciscano; Toda la donación espiritual de nosotras mismas para el triunfo del amor; Toda la cooperación al ideal y a la finalidad de nuestra vida consagrada; Todo el abandono que nos es pedido para la victoria de la fe; Todo sacrificio para la unidad de los hermanos en Cristo; Toda la muerte para alcanzar la vida. ”

Madre danos tus últimas palabras en este momento de diálogo contigo: Hijas (alguien dice el nombre de cada hermana) vivan el evangelio, la espiritualidad franciscana, ámense mutuamente, sean mujeres fuertes, místicas casas del Verbo Encarnado y no dejen morir por incompetencia el don que yo recibí y transmití a ustedes. Por lo tanto yo hice mi parte ahora el camino es de ustedes, de todas las Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado. Cada hermana hace una oración con la intercesión de la Madre. Luego cantamos. . . y terminamos este tiempo con la Oración al Espíritu Santo para pedir su beatificación.

Producción Hna. Maria Rosa Sosa Texto original: extraído de la monografía de la Hna. Rosalir Viebrantz Imágenes, colorido y música: Hna. Eda Terán Este Power Point fue realizado con los siguientes escritos de Madre Giovanna Carta del 20/10/1930. Carta La Madre a las Hijas.