CRISTOLOGÍA CLASE 4 Y los cuatro seres

CRISTOLOGÍA CLASE 4

Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. 8 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. 10 En Hebreos 7: 26– 27, dice: Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Durante su ministerio terrenal, Jesús retó a los líderes religiosos de Israel, diciéndoles: «¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? » (Jn. 8: 46). Aún los demonios reconocieron que Jesús era el «Santo de Dios» (Mr. 1: 24).

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que En aquellos días y en aquel tiempo no pequéis; y si alguno hubiere pecado, haré brotar a David un Renuevo de abogado tenemos para con el Padre, a justicia, y hará juicio y justicia en la Jesucristo el justo. tierra. 16 En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le llamará: Jehová, justicia nuestra La justicia será distributiva cuando reparta en forma "equitativa “ 15 1 Será retributiva cuando le asigne un estipendio o beneficio o retribución a quien se lo merezca por una actividad o servicio realizado a la comunidad. Será restaurativa cuando pretenda colocar las cosas en el lugar y condición en que se encontraban en un principio, es decir reparar daños emergentes del accionar injusto del estado o la sociedad.

¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 22 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 9 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Ro. 2: 4 Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, Ro. 15: 5

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. 39 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones. 5 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 17

porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres. 31 Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia 2 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Jd. 1: 21

LA HUMANIDAD DE JESUCRISTO Actividades que pertenecen solo a su naturaleza divina, sin participación de la humana, como, p. ej. , conocer los secretos del corazón humano (ver Jn 2: 25). Verbo Encarnado Actividades que pertenecen a su naturaleza divina, pero con participación de la humana, como los milagros que hacia tocando a los enfermos, etc. Actividades que efectuaba mediante su naturaleza humana, sin participación de la divina, como dormir, comer, fatigarse, etc.

Jesucristo es llamado "hombre" La Escritura le llama hombre en varios lugares, (Mt. 4: 4; 11: 19; Jn. 1: 14; 8: 40; Hch. 2: 22; Rom. 5: 15; 1. Cor. 15: 21; 1. Tim. 2: 5; 3: 16; 1. Jn. 4: 2).

Tenía un Cuerpo humano Nacido de mujer, (Gal. 4: 4). 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Sujeto a crecimiento, (Luc. 2: 52). Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 52 Y Jesús crecía 2. 1. 3. Visto en tocadoypor los hombres para y sabiduría en estatura, y en gracia (1. Jn. 1: 1; con Dios y los hombres Mt. 26: 12). Su nacimiento se ajusto a las leyes fisiológicas de 1 Lo que da luz por el útero al Lc. 2: 23, donde dice toda mujer. Otrasareferencias(ver cuerpo humano de 2. 1. 4. era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros la matriz≫ explícitamente: ≪que abre ojos, lo que hemos contemplado, Lc. 24 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; Jesús, (Mt. 26: 26, 28; Mr. 14: 8; 1. Tim. 3: 16; y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Hb. 2: 14). 26 mostró las manos y los pies. 40 Y diciendo esto, les. Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, 2. 1. 5. El cuerpoesto es mi cuerpo. manifiesta incluso comed; humano se después de su resurrección (Mt. 28: 9; Jn. 20: 17, 27, Lc. 24: 39 -40).

LA HUMANIDAD DE JESUCRISTO Alma humana (Mt. 26: 38; Mr. 14: 34). 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; Espíritu humano (Lc. 23: 46; Jn. 11: 33; 19: 30). quedaos aquí, y velad conmigo. Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. 46 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, 33 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. 30

Jesús tenia emociones y sentimientos humanos como los nuestros, no más débiles, sino más finos y fuertes, pues poseía un sistema nervioso que no estaba infectado por enfermedades ni por pecados personales; tampoco había heredado el pecado original, pues había sido santificado por el Espíritu Santo en el primer momento de ser concebido por Maria (ver Lc. 1: 35) Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 35