Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. María mujer sencilla del pueblo, se sabe amada por Dios, y se deja amar y recrear continuamente por Él. Ella hizo la experiencia del Encuentro hondo con su Señor y se dejó conducir aún en medio de las dudas, incertidumbres y temores. De la carta de la Inmaculada, diciembre 2013
No tengas miedo María y M Alfonsa, centraron su ser y hacer en Aquél que todo lo puede, y en las necesidades del entorno. En estos tiempos de crisis, fragilidad y pobreza, también nos acompañan e impulsan a avanzar, dando razón de nuestra fe y de nuestra esperanza, ofreciendo claves de sentido para las personas en este siglo XXI. De la carta de la Inmaculada, diciembre 2013 ¿Cómo vamos acogiendo los acontecimientos sociales, eclesiales, aquello que a nivel personal vamos viviendo? ¿Sabemos reconocer en todo ello al Dios de la vida que nos acompaña e invita a dejarnos en sus manos con la confianza de quien se sabe totalmente amado?
Que se haga en mi como has dicho. María se fió y el Señor obró maravillas en ella y a través de ella. De la carta de la Inmaculada, diciembre 2013 ¿Qué maravillas Dios está obrando ya en nuestros pueblos, ciudades, familias, barrios, comunidades …? ¿Confío que Dios puede continuar obrando en mí?
María de la liberación María, madre de Cristo y madre de la Iglesia, al prepararnos para la misión evangelizadora que nos corresponde continuar, alargar y perfeccionar, pensamos en ti. Queremos creer como tu, queremos servir como tu, queremos orar contigo, queremos cantar tu mismo magníficat. Enséñanos a leer la Biblia, leyendo a Dios, como tu corazón lo sabía leer, más allá de la rutina de la sinagoga, enséñanos a leer la historia, -leyendo a Dios, leyendo al hombrecomo lo intuía tu fe, bajo el bochorno del Israel oprimido, frente a los alardes del imperio romano.
María de la liberación Enséñanos a leer la vida, leyendo a Dios, leyéndolo como lo iban descubriendo tus ojos, tus manos, tus dolores, tu esperanza, . . . Enséñanos aquel Jesús verdadero, carne de tu carne, raza de tu pueblo, verbo de tu Dios; más nuestro que tuyo, más del pueblo que de casa, más del mundo que de Israel, más del Reino que de la Iglesia. Aquel Jesús, que por el Reino del Padre se arrancó de tus brazos y se entregó a la multitud: sólo y compasivo, poderoso y servidor. Pídele que como él seamos compasivas, entregadas y servidoras. Amén. Pere Casaldàliga
La Inmaculada 2013 FELIZ DÍA PARA TOD@S